domingo, noviembre 21, 2004

Crónica del Encuentro de Cofradías y Hermandades de Jaén. Testimonios de fe y lucha. Alfa y Omega


Las Cofradías y Hermandades de Jaén se han dado cita en un encuentro celebrado el pasado 21 de noviembre. Participaron en él don Rafael Higueras, don León Suárez, doña Juana Serrano, don Álex del Rosal, doña Olga Garcés y doña Olga Bejano, tetrapléjica que, a pesar de estar postrada, lleva 20 años dando testimonio de su lucha. También se recordó a don Manuel Lozano Garrido, Lolo, uno de tantos santos que aún no ha subido a los altares. El pasado día 21 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey, tuvo lugar el decimoséptimo Encuentro diocesano de Cofradías y Hermandades, en el Seminario diocesano de Jaén. Este Encuentro nació a iniciativa del que hasta hace pocos meses era obispo de Jaén, monseñor Santiago García Aracil, en la actualidad arzobispo de Mérida-Badajoz. Comenzó con la celebración de la Eucaristía, presidida por el Administrador Diocesano, don Rafael Higueras Álamo. En su homilía, hizo hincapié en la importancia de la Cruz para la vida del cristiano, y en la vocación de todos los cristianos a la santidad, citando las palabras del Siervo de Dios Manuel Lozano Garrido, Lolo, quien le pedía a Dios «santos a manojillos».Tras la celebración de la Eucaristía, don Rafael Higueras dirigió unas palabras a los cofrades asistentes y les exhortó a prestar atención a los testimonios que allí iban a vivir. Don León Suárez Palomares, Delegado episcopal para las Cofradías y Hermandades de la diócesis de Jaén, dio la bienvenida a los asistentes. Doña Juana Serrano Melero, letrada rotal y perteneciente al elenco de abogados del Tribunal Eclesiástico de Jaén, fue la conductora del acto y la presentadora de los ponentes.

En primer lugar, presentó a don Álex Rosal, escritor y periodista, director de la editorial Libroslibres, quien, tras hacer una reflexión sobre el sentido del sufrimiento, de la cruz y del perdón, presentó a la riojana doña Olga Bejano, una mujer de 41 años, de los cuales, dieciocho los lleva postrada en una silla de ruedas, tetrapléjica, conectada a una máquina de UCI que le permite respirar, y un leve movimiento en la mano derecha y en el pie izquierdo. A pesar de ello, Olga Bejano ha escrito dos libros: Voz de papel y Alma color salmón, y está ya escribiendo su tercer libro. Se proyectó una entrevista que, en días pasados, le fue realizada a Olga Bejano en su domicilio de Logroño y que mostró cómo Olga iba contestando a las preguntas garabateando en una libreta unos signos, que eran interpretados por Belinda, su enfermera. En sus respuestas, Olga mostraba la importancia de la fe para aprender a asumir cada uno su cruz; decía que el lema de su vida era Orar, luchar y escribir.

Al final de la entrevista, don Alex Rosal le preguntó por Lolo, el periodista linarense, paralítico también como ella y además ciego y sordo, cuyo proceso de beatificación está en curso. Doña Olga Bejano dijo: «Lolo y yo tenemos muchas cosas en común, menos la santidad. Él se fue a la otra vida un 3 de noviembre y yo llegué a esta vida un 3 de noviembre, y a Lolo le pediría que me siguiera dando fuerzas para seguir luchando, y paz interior para vivir sin miedo al futuro».

Después de la entrevista a doña Olga Bejano, que dejó impresionados a los asistentes, doña Olga Garcés, una misionera de las Misioneras Servidoras del Evangelio, aportó su testimonio sobre la Eucaristía como alimento de la vida del cristiano, sobre la necesidad que todos y cada uno de nosotros tenemos del perdón, tanto de darlo como de recibirlo, y de la Santísima Virgen como mujer eucarística. María Dolores Vacas Martínez


Olga Bejano: orar, luchar y escribir

El periodista y escritor don Álex del Rosal tuvo la oportunidad de entrevistar a doña Olga Bejano, que se encuentra postrada desde hace 20 años. Reproducimos algunas preguntas y respuestas:

¿Qué le pide a Dios todos los días?
-Fuerzas para poder llevar una cruz que cada día pesa más.

¿Y qué le dice Dios todos los días?
- Que me tiene reservada para algo muy grande.

Usted se estuvo carteando con el tetrapléjico don Ramón Sampedro, que decidió acabar con su vida. ¿Qué le diría si lo tuviera delante?
- Que luchara por tener una vida independiente para sentirse más persona y más útil.

¿Qué le movió a escribir sus dos libros?
- Creo que mi testimonio puede ayudar a otras personas, como así me dicen en sus cartas.

¿Cuál es el lema de su vida?
- Orar, luchar y escribir.

¿Qué le dirías a la gente que ha perdido el gusto por la vida?
- Que sin Dios nada vale la pena, que lo busquen como si quisieran encontrar las llaves en el fondo del mar.